La tricampeona del mundo de bádminton Carolina Marín ha acudido al Ateneo de Madrid en esta primera jornada de Metafuturo 2025 para conversar junto a Ana Cuesta acerca de la resiliencia más allá del deporte. La campeona olímpica ha relatado su calvario con las lesiones desde 2019 y su capacidad para superar las adversidades.
"El deporte tiene su parte bonita, pero la otra parte, que se suele enseñar poco, son las piedras que se van poniendo en el camino. En 2019 me rompí por primera vez la rodilla derecha y no tenía tiempo para llegar a los Juegos de Tokyo 2020. A los cinco días ya estaba entrenando con una pierna escayolada", explicó la jugadora.
En los JJ.OO. de París 2024, el destino fue todavía más cruel: "Cuando estaba a solo 10 puntos de la final, me volví a romper. Si me llegan a decir hace un año que si volvería a jugar, hubiera dicho que no, porque en París vi el final de mi carrera deportiva.No hay secreto, hay trabajo, hay resiliencia. Puedes caer mil veces, pero te levantarás mil y unas más".
La mentalidad de Carolina Marín es, sin lugar a dudas, ganadora. La onubense ha resaltado la importancia de fomentar mentes capaces de afrontar la presión desde pequeños: "Tienes que hacer que ese niño o niña disfrute con lo que haga. Hay que motivarlos para que disfruten del proceso. Y luego marcarles pequeños objetivos. Es muy importante siempre marcarse pequeños objetivos que puedan ser alcanzables".
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También quiso hacer mención durante la entrevista a la facilidad de ser jueces desde casa: "La crítica en nuestro país es bastante fácil. Cuando la gente está sentada en el sofá de su casa y no consigue el resultado esperado, se critica. Es muy injusto. Si hubiera ganado en París, hubiera sido lo normal. Cuando me ocurre la lesión, la gente empatiza y valora más todo lo que esa mujer ha tenido que superar. Eso es con lo que me quedo".

