La época navideña está a la vuelta de la esquina. Muchas familias están considerando qué regalos incluirán las listas de reyes de sus hijos es hijas. Uno de los más populares en los últimos años es el smartphone. Aunque regalarle un móvil a un niño puede parecer una buena idea para mantenerlo conectado o facilitar su acceso a la tecnología, los expertos advierten sobre los riesgos de este tipo de dispositivos, especialmente cuando se entregan a edades tempranas.

Si bien un teléfono puede ofrecer ventajas, como mejorar la comunicación o acceder a recursos educativos, su impacto en el desarrollo infantil no siempre es positivo.

Los riesgos para la salud mental y física

Uno de los mayores riesgos en los niños está relacionado con su salud mental y física. Pasar muchas horas frente a una pantalla desde temprana edad se ha vinculado a un mayor riesgo de problemas emocionales y psicológicos, como ansiedad y depresión. Aunque no existe una relación causal directa, diversos estudios indican que los niños que pasan mucho tiempo en línea, especialmente en redes sociales, pueden sufrir aislamiento social y dificultades para regular sus emociones.

Un estudio reciente publicado en Pediatrics, que analizó datos de más de 10,000 menores, muestra que los niños que tienen acceso a un smartphoneantes de los 12 años tienen un 31% más de probabilidades de desarrollar depresión, un 40% mayor riesgo de obesidad y un 62% más de posibilidades de sufrir alteraciones del sueño. Estos hallazgos refuerzan la preocupación de los expertos sobre los efectos negativos de los dispositivos en la salud, sugiriendo que las restricciones en el acceso a estos aparatos podrían ser tan necesarias como las de otros productos potencialmente dañinos.

Desde el punto de vista físico, el uso excesivo de pantallas puede contribuir a un estilo de vida sedentario, lo que aumenta el riesgo de obesidad y otros problemas de salud. Además, la luz azul que emiten los dispositivos interfiere con la producción de melatonina, afectando la calidad del sueño, lo que puede repercutir negativamente en el bienestar general y el rendimiento académico.

El impacto en el desarrollo cognitivo y social

Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales. La interacción cara a cara juega un papel fundamental en este proceso. Sin embargo, cuando los niños pasan demasiado tiempo frente a las pantallas, pierden oportunidades importantes para desarrollar estas habilidades de manera adecuada.

La comunicación verbal, la resolución de problemas y las habilidades sociales se ven afectadas cuando los niños interactúan más con dispositivos que con personas. En lugar de aprender a resolver conflictos o a gestionar emociones en situaciones reales, se acostumbran a la inmediatez de las pantallas. Esto no solo afecta su capacidad de atención y concentración, esenciales para el éxito académico, sino también su habilidad para leer las emociones de los demás y desarrollar empatía.

Los riesgos de la exposición a contenido inapropiado

Otro riesgo importante de los smartphones es el acceso a contenido inapropiado. Aunque existen controles parentales que pueden filtrar ciertos tipos de contenido, los niños tienen acceso a una gran cantidad de información no supervisada a través de Internet.

La exposición a material violento, sexual o problemático puede tener efectos devastadores a nivel mental y emocional. Además, el fácil acceso a redes sociales y la posibilidad de interactuar con personas desconocidas pueden exponerlos a riesgos como el ciberacoso y la presión social.

Es fundamental que los padres no solo controlen el tiempo frente a las pantallas, sino también al tipo de contenido que los niños consumen. Fomentar un diálogo abierto sobre los riesgos de la red y enseñarles cómo navegar de manera segura es clave para proteger su bienestar.

El estudio y sus implicaciones

También cabe destacar los posibles riesgos relacionados con una mayor probabilidad de desarrollar problemas emocionales y conductuales en la adolescencia. Aunque no podemos afirmar que estos dispositivos sean la única causa, los hallazgos sugieren que su uso temprano puede agravar trastornos existentes o convertirse en un factor de riesgo adicional.

La Academia Americana de Pediatría ha emitido recomendaciones sobre el uso de pantallas en la infancia. Sugiere que los niños menores de 2 años no deben tener acceso a pantallas, y que los niños de 2 a 5 años deberían estar limitados a una hora diaria de contenido educativo. Estas directrices buscan evitar que el uso excesivo de la tecnología interfiera con el desarrollo de habilidades esenciales y afecte la salud emocional y física de los niños.

Recomendaciones para los padres

Para evitar los riesgos del uso temprano de smartphones, es importante adoptar un enfoqueequilibrado. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Establecer límites claros: evitar el uso de pantallas en niños menores de 2 años. Para los niños de 2 a 5 años, limitar el tiempo de pantalla a una hora diaria y con contenido supervisado.
  • Fomentar otras actividades: es esencial que los niños tengan tiempo para jugar al aire libre, hacer ejercicio y participar en actividades que fomenten su creatividad, habilidades sociales y aprendizaje.
  • Supervisar el contenido: utilizar herramientas de control parental para asegurar que los más pequeños consuman solo contenido apropiado para su edad y hablar abiertamente sobre los riesgos online.
  • Dar ejemplo: los adultos deben ser modelos a seguir en el uso responsable de la tecnología, evitando el uso excesivo de pantallas frente a los niños y fomentando interacciones sociales y actividades al aire libre.

Ponderando los riesgos

Los móviles, al igual que otros dispositivos tecnológicos, pueden ser herramientas útiles, pero no están exentos de riesgos. La clave está en gestionar su uso de manera equilibrada, asegurándose de que no interfiera con el desarrollo saludable del niño. Debemos ser conscientes de los efectos negativos que el uso excesivo de estos dispositivos puede tener en los más pequeños, y tomar decisiones informadas que favorezcan su bienestar físico, emocional y cognitivo.

Si decidimos regalar un smartphone, es fundamental hacerlo con responsabilidad, teniendo en cuenta no solo la conveniencia, sino también los posibles impactos. A veces, la mejor opción no es el dispositivo más moderno, sino aquellos regalos que fomentan la creatividad, las habilidades sociales y el bienestar general del niño(juegos de mesa, libros o actividades al aire libre, pueden ser una opción mucho más beneficiosa). Al final, lo importante es elegir lo que realmente les beneficie, sin dejarse llevar únicamente por las tendencias o la facilidad de la conectividad.

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