El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha presentado un informe sobre las víctimas mortales de violencia de género en España, donde el 4% de las 1.113 mujeres asesinadas desde 2003 tienen menos de 21 años.

Además, 13 de ellas son menores de edad. El informe afirma que, desde 2003, con la única excepción de 2015, se ha producido, al menos, un asesinato machista cada año, done la víctima tenía menos de 21 años. El peor año fue 2004, cuando 9 de estas jóvenes fueron asesinadasa manos de sus parejas o exparejas.

Por edades, 11 de las 45 jóvenes asesinadas tenían menos de 20 años; 13 tenían 19 años y 8 de ellas, 18 años. En la minoría de edad, 4 de las víctimas habían cumplido 17 años; 3 tenían 16 años; 4 habían cumplido 15 años y 2 no llegaban a esa edad. La víctima más joven tenía 13 años.

Por su parte, la edad de sus agresores oscila entre los 18 y los 30 años y en todos los casos, eran mayores que sus víctimas. Además, sólo una de cada cuatro víctimas, es decir, 11 de las 45, había presentado una denuncia previa contra su agresor.

Del mismo modo, una de cada cinco víctimaseran madres, lo que implicó que 12 menores de edad fueran huérfanos, 10 de los cuales también eran hijos de los agresores. En este sentido, aunque en ninguno de los casos había existido vínculo matrimonial, todas las víctimas tenían una relación afectiva con su agresor.

El 62% de estos 45 asesinatos se produjeron en el interior del domicilio, donde la casa de la víctima fue el principal escenario, seguido de la del agresor. El resto se produjeron en un parque o espacio abierto, en la vía pública, en el lugar de trabajo, en el vehículo o en un establecimiento público.

En el 65,9% de los casos, el asesino fue detenido, y en el 11,4% de los casos, se entregó. Además, un 2,3% de ellos intentó suicidarse sin lograrlo. El 44% de los asesinatos se cometieron con arma blanca y un 15% se cometió por asfixia o estrangulamiento, seguido de golpes con o sin objetos, armas de fuego, arrojar la víctima al vacío u otros métodos.

Ante esta situación, el CGPJ apela a la educación como pieza fundamental en la lucha contra la violencia de género, que afecta a las víctimas más jóvenes y vulnerables. Es fundamental que los profesionales de la educación estén vigilantes en todas las etapas para detectar situaciones de violencia machista.