Las baterías, al final de su vida útil, contienen muchos recursos valiosos y, según proponen desde el ministerio de Transición Ecológica, se deberían poder reutilizar esas materias primas críticas en lugar de depender de terceros países para los suministros.

Las nuevas normas promoverán la competitividad de la industria europea y garantizarán que las baterías nuevas sean sostenibles y contribuyan a la transición ecológica, como así ha señalado la vicepresidenta española, Yolanda Díaz.

Entre las baterías incluidas en el reglamento, pactado por el Parlamento y el Consejo, se aplicará a todos los residuos de baterías portátiles, baterías de vehículos eléctricos, baterías industriales, baterías de arranque y también las empleadas en vehículos y maquinaria, así como las utilizadas para medios ligeros de transporte, como bicicletas eléctricas o ciclomotores.

El propósito de la normativa es fomentar la circularidad de esos dispositivos y por ello establecer requisitos para el final de la vida útil, incluidos objetivos y obligaciones de recolección, objetivos para la recuperación de materiales y responsabilidad extendida del producto.

En concreto, los productores tendrán que recoger el 63 % de los residuos de pilas portátiles en 2027 y elevar ese umbral hasta el 73 % para finales de 2030.

Además, para finales de 2027, se ha fijado el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50 % y en un 80 % para finales de 2031. Si bien, podrán modificarse en función del mercado, de los avances tecnológicos y de la disponibilidad de ese material.

Introduce también niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado para las baterías industriales en función de cada mineral, con un 16 % para el cobalto, un 85 % para el plomo y un 6 % para el litio y el níquel, entre otros puntos.

Para finales de 2027, las pilas o baterías portátiles incorporadas a los aparatos deberán ser extraíbles y sustituibles por el usuario final, dejando un tiempo de margen a los operadores para que adapten los diseños, mientras que las baterías para medios de transporte ligeros tendrán que poder ser sustituidas por un profesional.

Por último, han señalado que a partir de 2026, los dispositivos tendrán que mostrar un etiquetado con la información relevante sobre los componentes y el contenido reciclado a través de un código QR.