El proyecto está coordinado por el profesor de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB Jacob González-Solís, está financiado por la Fundación Biodiversidad y cuenta con la colaboración del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Asociación de Naturalistas del Sur-Este (ANSE).

El proyecto combinará la información de posicionamiento global de la flota pesquera española con el banco de datos del equipo de la UB-IRBio sobre el hábitat y la ecología de la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), la pardela balear (Puffinus mauretanicus ), la pardela mediterránea (Puffinus yelkouan), la gaviota de Audouin (Larus audouinii) y la gaviota patiamarilla (L. michahellis), según ha explicado González-Solís.

También aplicará la tecnología de navegación por satélite GPS y GLS este año para estudiar el desplazamiento de las pardelas cenicientas desde sus colonias de reproducción , en Baleares, Castellón, Murcia y Almería, hasta las principales zonas de alimentación durante la cría de los polluelos, un periodo clave en el ciclo anual de la especie.

González-Solís, que trabaja en el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB y del IRBio, ha señalado que "conocer con detalle el ritmo de actividades de las aves ayudará a perfilar mejor su hábitat natural y sus áreas de alimentación y a descubrir las áreas más sensibles para la conservación de estas especies".

"Este nuevo proyecto será determinante para estudiar el tipo y el grado de interacción entre las aves pelágicas y la flota pesquera y, en definitiva, identificar cuáles son los principales factores que modulan esta interrelación", ha concretado el biólogo.

El proyecto evaluará los factores más críticos de la interacción en el espacio y el tiempo entre las aves marinas y la flota pesquera (solapamiento de actividades, factores predictivos, etc.) a lo largo de la costa del litoral desde Andalucía hasta Cataluña y Baleares. Esta iniciativa ayudará a conocer especialmente la eficacia de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (Rampe), que engloba diversas figuras de protección para conservar el patrimonio natural marino con el objetivo de mejorar la protección de las aves marinas en el litoral peninsular.

La captura accidental de aves, que afecta a cerca de 5.000 ejemplares atrapados por el palangre cada año, es el efecto más dramático de la actividad pesquera sobre las aves marinas en el Mediterráneo, según el experto.

En el proyecto, que tiene el apoyo de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio de Agricultura y Pesca, a través del Programa Plenamar del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), también participan los expertos Raúl Ramos, Leia Navarro y José Manuel de los Reyes (UB-IRBio). Colaboran en la iniciativa otros expertos de SEO/BirdLife, BirdLife Internacional, la Universidad de Oxford (Reino Unido), el Centro de Ecología Funcional y Evolutiva de Montpellier (Francia) y la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana.