"Ser consciente implica reconocer lo que podemos hacer, lo que queda por hacer y atribuirnos el poder de cambiar las cosas", afirma Marta. Desde 2007, Marta dirige una consultora especializada en sostenibilidad que trabaja principalmente con empresas para transformar sus modelos de negocio hacia prácticas más sostenibles. Este enfoque implica gestionar el impacto medioambiental y social de sus cadenas de valor y producción. Marta describe esto como la "activación ética de los modelos de negocio".

Un estudio reciente realizado por su consultora revela que el 83% de las expresiones que incluyen el término sostenibilidad son neutras, destacando la necesidad de un enfoque más ético y proactivo. Desde 2015, han investigado la "consmocracia" en España, explorando cómo la relación de los consumidores con las marcas influye en sus decisiones de compra. "Tomar conciencia de que cuando compramos, validamos el proceso de producción y las consecuencias de esos productos o servicios es lo que llamamos la compra con valores", explica Marta.

Los españoles buscan cada vez más marcas con valores, aunque todavía no practican el consumo responsable de manera consistente. "Somos más conscientes, sabemos que debemos cambiar hábitos y estamos deseando hacerlo", dice Marta, subrayando el deseo creciente de los consumidores de participar en un cambio sistémico y económico. Según el estudio, el 24% de los consumidores consecuentes son de la generación Z, el doble que en 2022. Esto demuestra una tendencia hacia un consumo más consciente y responsable entre los jóvenes.

¿Hay que seguir algún criterio al elegir marcas?

En este contexto de máxima polarización, noticias falsas y falta de credibilidad, Marta subraya laimportancia de desarrollar un espíritu crítico. "Los consumidores deben cuestionar la veracidad de la información que reciben y utilizar herramientas para contrastarla", aconseja. Las redes sociales permiten a los consumidores acceder directamente a la información de las marcas y compararla.

Comprar productos con gluten supone un gasto de más de 1.000 euros al año
Comprar productos con gluten supone un gasto de más de 1.000 euros al año | Pexels

Marta destaca que no se trata de buscar productos perfectamente sostenibles, sino aquellos que sean cada vez más sostenibles. "A la hora de llenar nuestra cesta de la compra o decidir sobre servicios y suministros para el hogar, debemos priorizar productos y servicios más sostenibles", añade. El consumo responsable ha aumentado del 1% al 8% en los últimos dos años.

En lugar de boicotear a quienes lo hacen mal, Marta sugiere premiar las actitudes positivas y sostenibles. "Es como la psicología positiva: incentivar en positivo. La palabra clave es "regeneración". Debemos entender que el cambio es posible y esto debe motivarnos", concluye Marta. Esta perspectiva de Marta González-Moro ofrece una guía para avanzar hacia la responsabilidad individual y colectiva.