Cada vez son más los dueños que deciden abandonar o entregar sus animales, siendo los perros, los gatos y los caballos los más habituales.

En el programa Hazte Eco hemos visitado el santuario de caballos 'Prados de Bienvenida', uno de los refugios más conocidos de la Comunidad de Madrid por su especialización en esta clase de mamíferos. Un espacio natural de 30 hectáreas que acoge a caballos de hípica con problemas, normalmente en edad de jubilación -a partir de los 20 años- aunque también por el simple hecho de mejorar su calidad de vida y su protección en semilibertad.

En este lugar, ubicado en Pedrezuela (norte de Madrid), su fundadora Eva Aylagas nos ha contado que el refugio debe su nombre a su primera yegua, llamada Bienvenida. La manada dio comienzo con ella y desde entonces no ha parado de extenderse, aunque con cierta moderación: "Un máximo de 12 caballos. No me gusta una manada muy grande porque así puedo tenerlos más controlados y cuidados", resalta Aylagas.

Una manada de caballos que, en palabras de la propia Eva, suelen proceder de diferentes veterinarios e hípicas, en los casos en los que se consideran de escasa utilidad para el negocio antes de regalarlos o enviarlos al matadero (cojera, incapacidad para montarlos, etc.). Aunque también, alguno que otro es de adopción. En este sentido, su fundadora nos da las claves para diferenciar un caballo de hípica del rural: "Los de la hípica vienen bastante despistados al no acostumbrarse a la naturaleza, están especializados en la práctica ecuestre".

Por su parte, la creadora de la finca destaca la rápida capacidad de adaptación de cada uno de los caballos y los claros gestos de mejora que muestran a raíz de ello en su mirada o carácter apaciguador. Una realidad hoy para nada habitual, no por la inseguridad de los propietarios sino por su escaso conocimiento hacia esta tipología de lugares pues asegura que "hay poca gente comprometida con los caballos hasta el último día de su vida". Zonas donde pueden acudir cuando desean, ya sea para supervisar a su animal o disfrutar del paisaje y manada conjunta.

Antes de finalizar la visita, Eva Aylagas ha querido enviar un mensaje sobre la dificultad actual en la alimentación del caballo. Según expresa, estos problemas derivan de los altos precios por la sequía. "Mira, los cereales han subido mucho el año pasado y este 2023 la hierba esta imposible. Más que cara, es difícil de conseguir de manera natural. Por ello, hay que suplementarles con productos carísimos como el heno, forraje o la avena en rama", concluye su fundadora.

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