Tomar más verduras y lácteos y disminuir el consumo de carne roja mejorará nuestra salud, e incluso, podría ayudarnos a vivir más. De hecho, como adelantan dos nuevos estudios, este cambio en nuestra dieta reduciría hasta un 50% el riesgo de mortalidad por cualquier tipo de enfermedad.

Durante los estudios, con más de 37.000 personas con edades superiores a los 50 años se ha descubierto que aquellos que tomaban una mayor base de proteínas vegetales veían reducido el riesgo de muerte un 27%; y, en el caso de muerte por enfermedad coronaria, casi un 30%.

Además, los investigadores adelantan que no es necesario variar en gran manera nuestra dieta para beneficiarnos de estos resultados. Puesto que, con solo sustituir un 5% de las proteínas de origen animal que consumimos, por otras de origen vegetal, se puede reducir más de un 50% la mortalidad por cualquier enfermedad.

No obstante, modificar nuestra dieta con un cambio de tan solo un 2% en el tipo de proteínas que consumimos, se asocia con un riesgo del 32% menor de muerte. De esta manera se informa de que mejorar nuestra salud no solo dependería de reducir el consumo de carne; sino de los alimentos que elijamos para esta sustitución.

En este caso, alimentos como las nueces o las legumbres nos aportarían también muchos otros beneficios como, por ejemplo, vitaminas o antioxidantes.