Pese a la clara gravedad de las cifras, las mujeres mayores siguen estando poco representadas entre las que denuncian a sus agresores. Según el sistema policial VioGen, los casos activos de mujeres mayores de 65 años suponen un 2,3 % del total, a pesar de que más de una de cada diez víctimas pertenecen a mujeres de este grupo de edad.
La violencia de género en la tercera edad presenta unas características diferentes a las que puedan tener víctimas más jóvenes. Suelen estar marcadas por años e incluso décadas de maltrato que muchas veces se cronifica hasta 50 años. Muchas víctimas no identifican esas conductas como violencia, las minimizan o las atribuyen al envejecimiento y la rutina, especialmente cuando han convivido con ellas desde jóvenes.
Factores que aumentan la vulnerabilidad
La dependencia física o económica, la discapacidad, padecer una enfermedad mental y la propia tercera edad dificultan enormemente que estas mujeres puedan salir de la violencia que están viviendo. Ser cuidadora o ser cuidada por el agresor es una de las causas que mantienen a las víctimas en los hogares violentos, según un diagnóstico elaborado por el Ayuntamiento de Madrid . A esto se le suman otros factores como las creencias religiosas, los roles de género muy marcados y la vergüenza, que hacen aún más difícil la denuncia.
El caso más reciente ha sido el de Dolores, una mujer de 86 años, presuntamente asesinada por su marido de 90, quien padecía un proceso degenerativo cognitivo en Pola de Laviana, Asturias.
¿Dónde pedir ayuda?
Existen diversos recursos de atención y ayuda especializada para cualquier víctima de violencia de género, sin importar la edad:
•Teléfono 016: atención gratuita a todas las víctimas de violencia machista, durante las 24 horas del día, en 53 idiomas.
•WhatsApp 600 000 016 y correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es: atención inmediata.
•Emergencias (112), Policía Nacional (091) o Guardia Civil (062).
•App ALERTCOPS: permite enviar una alerta con geolocalización.