Greenpeace y la organización Transport & Environment han pedido a la Unión Europea "firmeza y prioridad" para combatir la contaminación atmosférica, después de que los ministros de Industria de la UE hayan pactado retrasar de 2025 a 2027 la entrada en vigor de la normativa Euro 7, que tiene como objetivo reducir las emisiones contaminantes de los coches.

En concreto, los países de la UE han pedido que se retrase dos años la entrada en vigor de la nueva normativa: de 2025 a 2027 para vehículos ligeros nuevos y de 2027 a 2029 para camiones y autobuses, atendiendo a las reclamaciones de la industria del automóvil.

Estamos en una carrera contrarreloj para reducir las emisiones en esta década y "no podemos dar pasos atrás" en medidas hacia la reducción de emisiones, ha señalado Cristina Arjona, responsable de la campaña de movilidad en Greenpeace, quien hace hincapié en que el Parlamento Europeo no puede ceder a las presiones de los fabricantes de automóviles. Para la ecologista, la contaminación atmosférica causa miles de muertes prematuras en Europa cada año y el tráfico rodado es uno de los principales motivos: "Si los Estados miembros de la UE no fijan nuevos objetivos a los fabricantes de automóviles para un aire más limpio, se estarán doblegando a su intereses".

Por su parte, Carlos Bravo, portavoz de la organización Transport & Environment, que representa a más de 65 organizaciones europeas con el objetivo de avanzar hacia un transporte sostenible, ha señalado que la decisión del Consejo de la Unión Europea, rebajando los objetivos de la propuesta de la Comisión Europea, son un "paso atrás" en la protección al medioambiente y a la salud pública.El Consejo ha decidido dar "más importancia" a los intereses de los fabricantes de coches y dejar en segundo plano la mejora de la calidad del aire y la salud de los ciudadanos europeos, ha hecho hincapié Bravo.

A su juicio, con esta decisión, el Consejo está "engañando" a la ciudadanía europea al permitir que los fabricantes de coches y camiones puedan hacer pasar sus vehículos como más limpios de lo que realmente son, pues, mientras, seguirán funcionando con la tecnología Euro 6, muy contaminante. Por último, Bravo ha pedido al Parlamento Europeo dar "prioridad a la salud pública y a la protección del medio ambiente" y adoptar así una decisión que proteja a los ciudadanos y permita establecer una regulación Euro 7 mejorada.