El responsable adjunto de Energía y Clima Global de WWF, Stephen Cornelius, dijo que este texto es "una mejora muy necesaria con respecto a la última versión, que con razón causó indignación. El lenguaje sobre los combustibles fósiles ha mejorado mucho, pero aún no llega a exigir la eliminación total del carbón, el petróleo y el gas". En reacción a ese nuevo borrador, publicado tras más de un día de intensas negociaciones, Cornelius señaló que la ambición del resultado del Balance Global "definirá el legado de la COP28. Los países deben aprovechar estas últimas horas para impulsar un texto aún más ambicioso que esté plenamente alineado con la prevención de las consecuencias más devastadoras de la crisis climática”.

Igualmente agregó que “si los países acuerdan este texto, representaría un momento significativo" en referencia al Balance Global, el primer proceso de revisión de lo logrado desde el Acuerdo de París (2015) y en el que las partes deberían acordar los siguientes pasos a seguir para garantizar la seguridad climática del planeta. No evita el desastre Por otro lado, el analista del 'think tank' E3G Tom Evans, experto en diplomacia climática y observador en estos procesos, indicó que si este texto se adopta, mostrará "un reconocimiento colectivo de que debemos alejarnos de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro más limpio". Sin embargo, reconoció que este texto podría "ayudar a evitar el desastre en Dubái, pero no evita el desastre en el planeta".

Por otro lado, el responsable de Energía y Clima de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, criticó que este texto presentado está "muy lejos de ser una respuesta". Destacó la nueva expresión incluida en el documento de "transicionar para alejarse" de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, pero aseveró que "no tenemos tiempo para transicionar hacia ningún lado, lo que necesitamos es hacer una transformación rápida, justa y equitativa de los combustibles fósiles".

La COP28 acuerda iniciar una transición para dejar atrás los combustibles fósiles

La Presidencia de la COP28 propuso a primera hora de este miércoles en Dubái a las partes negociadoras un nuevo borrador de acuerdo que insta a los países a esforzarse para lograr una profunda y rápida reducción de las emisiones con medidas como ir hacia el abandono de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) en energía.

El texto, que deberá recibir el apoyo de los 198 países participantes en las negociaciones en pleno para salir adelante, subraya que limitar el calentamiento global a 1,5°C requiere reducciones "profundas, rápidas y sostenidas" de las emisiones, con una rebaja del 43 % para 2030 y del 60 % para 2035 respecto a 2019 y ser cero neto emisiones a 2050.

Tras una jornada de negociaciones que se extendieron hasta la madrugada y un primer documento que fue rechazado por muchos bloques de países, entre ellos la Unión Europea, Estados Unidos y los países más amenazados por la crisis climática, el texto presentado ahora establece un horizonte de abandono de los combustibles fósiles. El lenguaje finalmente reflejado en el texto -que en su versión previa tan solo incluía entre muchas otras opciones la reducción de la producción y el consumo de combustibles fósiles- es algo más suave respecto a las demandas de la sociedad civil y los estados más ambiciosos. Estos piden una llamada urgente a los gobiernos al “abandono progresivo” de estos tipos de energía, pero el texto recoge una llamada a “una transición para alejarse” de ellos en los sistemas energéticos y en “esta década crítica”.