Europa, que en su historia ha estado marcada por fronteras, monedas distintas y sistemas burocráticos independientes, se ha convertido en una comunidad de países unidos bajo una misma bandera y moneda. Ahora, la siguiente frontera que la UE quiere borrar es la digital. Bajo la visión de un Mercado Único Digital—iniciativa de la Unión Europea para crear un espacio en línea unificado donde empresas y consumidores puedan operar sin barreras—, ha nacido el European Digital Identity Wallet(EUDIWallet).
Este nuevo“DNI” digital de la UE, tiene como objetivo simplificar la vida diaria de los europeos al centralizar, de forma segura, nuestros documentos más importantes(como el DNI, el carné de conducir o los títulos académicos) y permitirnos realizar trámites administrativos en línea, desde abrir cuentas bancarias hasta firmar contratos, sin importar en qué país de la UE nos encontremos. Pero, como toda gran innovación, la idea de centralizar la información personal de cientos de millones de personas plantea preguntas importantes sobre privacidad y seguridad.
¿Por y para qué lo necesitan los europeos?
La idea de una identidad digital única surge del deseo de la UE de eliminar las fricciones administrativas que frenan el Mercado Único Digital. Viajar, trabajar o estudiar en otro país de la Unión exige hoy un arduo proceso burocrático y administrativo, y Bruselas busca reducirlo a un simple clic con la EUDI Wallet.
El abanico de usos es amplio: abrir una cuenta bancaria en otro país, solicitar préstamos, firmar contratos electrónicos, o verificar nuestra edad sin mostrar la fecha de nacimiento completa. El aspecto más interesante y el que genera más expectativas es el control total que ofrece al ciudadano. El sistema permite la autenticación selectiva, de forma que el usuario solo comparte el dato específico que se requiere(por ejemplo,“Soy mayor de 18 años”) sin revelar el resto de la información personal.
Entre los beneficios está: una mayor comodidad al dejar atrás la burocracia fronteriza; reducción del fraude, ya que se basa en credenciales criptográficas difíciles de falsificar; y empoderamiento del usuario, ya que será este quien decida qué datos compartir, lo que contrasta con la tendencia actual de las grandes plataformas que recopilan y guardan información de manera indiscriminada.
Los desafíos del“Big Data” y el riesgo de la centralización
Aunque el sistema está diseñado con la privacidad en mente, la existencia de un estándar de identidad tan potente plantea interrogantes profundos sobre el poder y la vigilancia:
- El objetivo nº1 de los ciberdelincuentes: Si todos los documentos clave(sanitarios, financieros, educativos) están centralizados digitalmente, un fallo de seguridad en la infraestructura podría convertirse en una catástrofe de privacidad y robo de identidad a escala continental.
- Riesgo de hipervigilancia: Aunque la EUDI Wallet es voluntaria, su facilidad de uso podría convertirla rápidamente en el medio dominante para acceder a servicios. Si se vinculan demasiados aspectos de nuestra vida, existe el peligro de que gobiernos o grandes corporaciones ejerzan una vigilancia centralizada sobre los hábitos ciudadanos a través de los datos de uso, afectando nuestra libertad individual.
- Brecha digital: Hay un riesgo real de dejar atrás a los ciudadanos con menos acceso o conocimiento tecnológico, creando una nueva y preocupante brecha social en el acceso a servicios básicos.
A la vuelta de la esquina
Si la libre circulación de personas fue el gran logro del siglo XX—el espacio Schengen empezó a funcionar en 1995—, la conectividad total es el imperativo de Bruselas para el siglo XXI. Según la hoja de ruta de la Unión Europea, la idea es que la EUDI Wallet sea accesible para ciudadanos, residentes y empresasantes de que 2026 acabe.
La clave radica en asegurarnos de que no se convierta en el talón de Aquiles de una sociedad hiperconectada. Para ello la UE debe garantizar que las normas técnicas que se están adoptando mantengan su compromiso con la privacidad desde el diseño, y que la autonomía del usuario sea siempre la prioridad.
