En los días previos al verano, las redes sociales se inundan de imágenes de cuerpos perfectos. Estos ideales de belleza, respaldados por filtros y retoques digitales, afectan especialmente a las mujeres jóvenes, que sienten la presión de cumplir con estos estándares de belleza para ser aceptadas. La llegada del calor y la temporada de vacaciones intensifica aún más esta presión, desencadenando una serie de consecuencias emocionales y físicas que pueden resultar perjudiciales.

Un estándar tóxico e inalcanzable

El cuerpo"perfecto" que se exhibe en las redes sociales, impulsado por celebridades, influencers y marcas, rara vez es un reflejo fiel de la realidad. Las imágenes son cuidadosamente seleccionadas, editadas y filtradas para mostrar lo que la sociedad considera estéticamente deseable. Un estudio del Instituto de las Mujeres muestra que el 83 % de las mujeres siente influencia de las redes sociales en su imagen, su estilo de vida o su alimentación. Además, más de la mitad de las encuestadas declara sentir presión por parecerse a las imágenes que pueblan el entorno digital.

Los algoritmos de las redes sociales juegan un papel fundamental. Estas plataformas tienden a promover contenido que refuerza los ideales tradicionales de belleza, dejando de lado la diversidad de cuerpos reales. Se han convertido en entornos perfectos para fomentar los“retoquitos”, el 72 % de mujeres recibe anuncios sobre operaciones estéticas en redes sociales y la Sociedad Española de Medicina Estética(SEME) señala que las consultas por tratamientos estéticos no invasivos aumentan un 40% en primavera y verano, siendo las mujeres jóvenes las principales demandantes. Así, muchas se ven atrapadas en un ciclo de comparaciones, donde su imagen no parece ser suficiente si no se ajusta a los estándares que promueven las plataformas.

La Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria(AEETCA)advierte que los casos de trastornos alimentarios aumentan hasta un 30% en los meses previos al verano, coincidiendo con campañas de“operación bikini” y mayor exposición corporal.

El impacto psicológico de esta presión social

La presión por cumplir con los ideales de belleza de las redes sociales tiene un impacto directo en la autoestima de muchas mujeres. La Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria(AEETCA) advierte que los casos de trastornos alimentarios aumentan hasta un 30% en los meses previos al verano, coincidiendo con campañas de“operación bikini” y mayor exposición corporal. El verano, al ser asociado con la exposición pública a través de la ropa de baño y la actividad social, aumenta aún más la inseguridad personal. Además, la visualización de estas imágenes en redes sociales se asocia con mayores niveles de insatisfacción corporal y síntomas de ansiedad, especialmente en mujeres adolescentes.

En respuesta a la presión que ejercen los cuerpos estereotípicamente perfectos en redes sociales, han comenzado a surgir movimientos que promueven la aceptación de diferentes tipos de cuerpos. La visibilidad de modelos con diversidad ha ganado espacio en plataformas como Instagram, donde hashtags como #bodypositivity y #allbodiesarebeautiful buscan desafiar los estándares tradicionales de belleza.

Sin embargo, aunque estos movimientos ofrecen una representación más inclusiva, el camino hacia una percepción más saludable de la imagen corporal aún es largo. Las mujeres continúan siendo bombardeadas con imágenes editadas y poco realistas, lo que refuerza la idea de que solo ciertos cuerpos merecen ser celebrados.