La salud supone un elemento diferencial en la calidad de vida humana. Entre otras cosas, esta condición individual se mide en base a indicadores de bienestar físico, mental y social. Tres estados para los que se requieren alcanzar niveles óptimos de alimentación, ejercicio, descanso..., aún más si hablamos de los menores de edad.

Así lo han confirmado pediatras de la Asociación Española de Pediatría (AEP), durante su campaña 'Trabajando juntos por los niños y los adolescentes', quienes han resaltado que la falta de sueño; el uso de pantallas;la contaminación ambiental, tecnológica y acústica; y la mala alimentación son factores de riesgo claves en la salud infantil.

El sueño resulta fundamental para el desarrollo saludable durante la infancia y la adolescencia. La privación de este conduce principalmente a una disminución en la atención y el rendimiento académico global. En este sentido, el coordinador del Grupo del Sueño y Cronobiología de la AEP, el doctor Gonzalo Pin Arboledas, ha destacado los problemas de sueño de la mayoría de padres y del 80 por ciento de los niños con trastorno del espectro autista.

Por consiguiente, el doctor Pin ha repasado temas relativos a la contaminación acústica, ambiental y tecnológica, entre ellos la importancia de los despertadores clásicos para las noches en lugar del teléfono móvil. "El buen descanso es esencial para la salud integral del niño y el ruido y la contaminación ambiental del aire se asocian a una peor calidad de sueño y esto conlleva un peor rendimiento escolar", resalta este experto en sueño.

La alimentación, la cual se ha encargado de explicar el doctor Julio Álvarez Pitti, pediatra en la salud infantil del Hospital General de Valencia. Pitti le da mucho énfasis al problema de la obesidad infantil ya que "el 18 por ciento de los niños entre 6 y 16 años" la padece, lo que la convierte en "la enfermedad más prevalente en la infancia". Para evitarla, el especialista advierte de los alimentos ultraprocesados, la falta de actividad física o el sedentarismo que curiosamente lo motiva el uso excesivo de las pantallas. "Hace que los niños prefieran estar dentro de sus casas que jugando con otros niños", apunta.

Cabe destacar que, para abordar todas estas cuestiones, la AEP ha difundido un manifiesto con las 12 áreas de actividad en las que los equipos de pediatria aportan conocimiento: la promoción de la salud, la vacunación infantil, la nutrición y la lactancia materna, los medicamentos pediátricos, el dolor, el sueño, la salud medioambiental, la calidad asistencial y la seguridad del paciente, la bioética, la evidencia científica, la solidaridad, la formación e investigación, la competencia profesional y la historia y el futuro de la Pediatría.

Por último, sobre la AEP, mencionar que también potencia la seguridad del paciente para prevenir y reducir los riesgos asociados a la actividad asistencial. "La calidad médica consiste en aplicar los métodos correctos al paciente que lo necesita y de una manera eficaz. Por ejemplo, los jarabes para la tos no mejoran los mocos ni la tos o un tratamiento antibiótico debe ser utilizado con un diagnóstico y un tiempo necesario", finaliza la doctora Pilar Díaz Pernas, miembro de este Comité y pediatra de Atención Primaria del centro de Salud Rosa Luxemburgo de Alcobendas.