Tomar café por la mañana podría vincularse con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y una menor mortalidad, según una reciente investigación. "Dados los efectos que la cafeína tiene en nuestro organismo, queríamos comprobar si el momento del día en que se bebe café tiene alguna repercusión en la salud del corazón" ha resaltado el catedrático y profesor Lu Qi de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans.

El estudio analizó datos de exactamente 40.725 personas, recopilados entre 1999 y 2018 en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos. Los participantes informaron sobre sus hábitos de consumo, tanto alimentos como bebidas, incluida lacantidad y el momento que bebían café.
Los resultados indican que el 36 por ciento de personas que tomaban café exclusivamente por la mañana presentaban un16 por ciento menos de riesgo de morir por cualquier causa y hasta un 31 por ciento menos de morir por enfermedades cardiovasculares, en comparación con quienes no tomaban café. En cambio, quienes bebían café a lo largo del día no mostraron una reducción significativa en estos riesgos.
El estudio también indicó que, tanto los que bebían de dos a tres tazas, como los que bebían más de tres, se beneficiaron de menores riesgos. Además, los que consumían una taza o menos por las mañanas se beneficiaron de menores riesgos.
Por su parte, el profesor Qi destacó que esta es la primera investigación que analiza la relación entre el momento del consumo de café y sus efectos en la salud. De esta forma, se plantea la hipótesis de que consumir café en horas de la tarde o la noche podría afectar los ritmos circadianos y la producción de melatonina, lo que influiría en factores de riesgo como la presión arterial y la inflamación.
Estos hallazgos podrían abrir la puerta a nuevas recomendaciones sobre el consumo de café, no solo en términos de cantidad, sino también en cuanto al horario más adecuado para maximizar sus beneficios.