Cada vez usamos más pantallas, ya sea para trabajar o en nuestro tiempo libre. Por ello, es importante hacer paradas periódicas y dejar descansar a nuestros ojos.

Además, puedes alternar la visión entre objetos cercanos y lejanos para así evitar tener la mirada fijada en la misma distancia durante un periodo largo de tiempo.

En el caso de que trabajes frente a un ordenador, mantén el monitor a unos 60 centímetros y ligeramente por debajo del nivel de tus ojos. También puedes ajustar el brillo y contraste de la pantalla que estés utilizando para que esté acorde a la iluminación del momento.