Para evitar la presencia de bacterias, toxinas y virus en alimentos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)ha destacado nueve recomendaciones, entre ellas, cuidar la higiene personal y lavarse las manos especialmente en el momento de manipular los alimentos.

También se deben mantener limpios los utensilios y las superficies que entren en contacto con los alimentos, como cuchillos, encimeras, etc, así como proteger los alimentos de animales o insectos, que pueden ser portadores de microorganismos patógenos.

De igual modo, la organización recomienda no manipular alimentos y extremar la higiene en caso de padecer una enfermedad gastrointestinal, así como, almacenar inmediatamente los alimentos que requieran refrigeración o congelación y no romper la cadena de frío.

Las comidas preparadas y las sobras deben guardarse rápidamente en la nevera y consumirse cuanto antes. La OCU aconseja tener precaución con la contaminación cruzada y mantener separados alimentos crudos y cocinados, proteger los alimentos durante su almacenamiento (tapados o en táper).

Además, es importante lavar las frutas y verduras si se van a consumir crudas y en caso de duda, desechar el alimento antes que arriesgarse.

Ante síntomas gastrointestinales, como diarrea o vómitos, independientemente del origen, es fundamental rehidratarse, pues los trastornos con síntomas gastrointestinales pueden llevar a una pérdida excesiva de agua y sales minerales, lo que hace prioritario mantenerse bien hidratado.

En cuanto a la comida, es aconsejable elegir opciones ligeras y en poca cantidad. En caso de diarrea se recomienda tomar féculas y cereales cocidos con sal, patatas, pasta, arroz, trigo y avena. También plátanos, sopas y verduras hervidas.

Por último, la OCU avisa que en caso de que los síntomas sean persistentes o se manifiesten en bebés, conviene acudir lo antes posible a un centro médico.