El Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) , la Universitat de València y la Generalitat Valenciana, ha desarrollado un innovador dispositivo llamado Meteo-Dron, capaz de revolucionar la forma en que se estudia la atmósfera y se predicen fenómenos meteorológicos extremos como las danas o tormentas severas.

El Meteo-Dron ha sido diseñado por el grupo Climatoc-Lab del CIDE dentro del programa ThinkInAzul, un plan complementario de investigación en Ciencias Marinas impulsado por la Generalitat y coordinado por el CSIC a través del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS). Este dron es diez veces más barato que los sistemas comerciales actuales, reutilizable y capaz de volar hasta siete kilómetros de altitud, lo que lo convierte en una alternativa sostenible a los globos sonda tradicionales.

Además, el dispositivo ha sido probado en Nueva Zelanda, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) y la Universidad de Auckland, tanto en túneles de viento como en condiciones reales, validando su rendimiento incluso en entornos con alta turbulencia.

Equipado con una estación meteorológica miniaturizada, el Meteo-Dron puede registrar variables como temperatura, presión, humedad, dirección y velocidad del viento. La información se envía en tiempo real a una estación de control en tierra y se almacena en una memoria integrada para posteriores análisis detallados.

Según César Azorín, investigador del CSIC y director del Climatoc-Lab, la principal ventaja de este nuevo dron es que permite tomar medidas verticales y horizontales sobre un mismo punto varias veces al día, mejorando la calidad y resolución de los modelos meteorológicos. "Es una información única con la que no contamos actualmente", afirma.

A diferencia de los globos sonda, que estallan al alcanzar cierta altura y se pierden junto con el equipamiento que transportan, el Meteo-Dron es reutilizable y reduce el impacto ambiental. Esta sostenibilidad técnica también incluye un sistema de corrección en tiempo real que elimina el efecto del movimiento del dron sobre las mediciones del viento, garantizando mayor precisión.

El dispositivo también tiene potencial en otros ámbitos, como la vigilancia de incendios forestales, ya que permite monitorizar cambios en la dirección e intensidad del viento, clave para predecir la evolución del fuego.

Actualmente, el equipo científico se encuentra gestionando los permisos necesarios para volar a los rangos de altura contemplados. Una vez aprobados, iniciarán campañas de vuelo diario en diversas zonas de la Comunitat Valenciana para generar una base de datos atmosférica sin precedentes, esencial para la investigación climática local.

Este avance consolida la apuesta por una tecnología meteorológica más precisa, accesible y sostenible, con aplicaciones directas tanto en la predicción como en la prevención de catástrofes naturales.