La Agencia Europea de Medio Ambiente sitúa a España en una posición privilegiada para liderar la transición ecológica, pero advierte de que los esfuerzos actuales no bastan para alcanzar las metas de sostenibilidad fijadas para 2030 y 2050.
El país cuenta con un gran potencial en recursos renovables, pero necesita intensificar la modernización de su red eléctrica y mejorar las interconexiones para aprovechar al máximo la energía solar y eólica. Al mismo tiempo, fenómenos meteorológicos extremos han causado pérdidas directas de más de 95.000 millones de euros desde 1980, lo que subraya la urgencia de medidas de adaptación.
Agricultura y biodiversidad: logros destacados
Uno de los hitos recientes es que el 12,5% de la superficie agrícola ya es ecológica, con cultivos como olivo, vid y frutos secos en primera línea. Además, España protege más del 27% de su territorio a través de espacios naturales y la Red Natura 2000, situándose entre los líderes europeos en conservación de hábitats.
Aun así, el informe advierte que será necesario reforzar la conectividad ecológica y abordar la presión de sectores productivos intensivos para consolidar estos avances.
Economía circular: avances lentos
El plan España Circular 2030 marca objetivos ambiciosos, como reducir en un 15% la generación de residuos frente a 2010 y reforzar la reutilización y el ecodiseño. Sin embargo, la tasa de uso de materiales reciclados sigue siendo baja y los progresos se consideran insuficientes. La AEMA subraya que es necesario un cambio estructural para acercarse a los objetivos comunitarios.
Energía y consumo: renovables al alza, eficiencia pendiente
España ha reducido de forma progresiva el uso de carbón y petróleo, mientras que la fotovoltaica y la eólica han crecido de manera sostenida. Desde 2012, las energías renovables ya superan a la nuclear en el mix energético.
No obstante, el consumo energético tras la pandemia ha puesto de manifiesto ineficiencias, sobre todo en transporte e industria. El análisis concluye que será necesaria una “aceleración decisiva” para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones en 2030.
Calidad del aire y ruido: dos caras de la salud ambiental
Las muertes prematuras vinculadas a partículas finas PM 2,5 han disminuido gracias a planes de salud ambiental, zonas de bajas emisiones y mejoras en el seguimiento de la calidad del aire. Sin embargo, la contaminación acústica emerge como un reto creciente, con efectos sobre la salud cardiovascular y mental.
Un futuro en juego
La evaluación concluye que España está en el camino, pero la velocidad no es suficiente. La gestión forestal, la absorción de CO₂ y la ejecución coordinada de políticas serán determinantes para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Lo que se haga en esta década marcará el futuro del país en la lucha contra el cambio climático. España tiene los recursos y el potencial para liderar, pero necesita dar el paso definitivo para transformar los compromisos en resultados reales.