Ziknes, la empresa fundada por Nacho León, está revolucionando la fabricación aditiva a gran escala mediante el uso de robots industriales capaces de imprimir en 3D piezas de hasta 10 metros de longitud. Estas soluciones tienen aplicaciones en sectores tan diversos como el naval, aeronáutico, arte, arquitectura y diseño, y combinan la innovación tecnológica con un fuerte compromiso ambiental.
León explica que las piezas pueden ir desde un pequeño jarrón decorativo de 30 centímetros hasta cascos de barco de 6 o 7 metros. En el ámbito naval, por ejemplo, se producen moldes de entre 1 y 2 metros para piezas más pequeñas, y estructuras de varios metros de largo para usos más complejos. Una barra de 1,60 por casi 6 metros puede ser fabricada en apenas 24 horas gracias a la automatización de los procesos.
Economía circular desde el diseño
Uno de los pilares fundamentales de Ziknes es el uso de materiales reciclados:“El 80 % del material que usamos proviene de piezas que ya no se utilizan o que presentaron fallos”, afirma León. La empresa ha desarrollado un sistema para triturar y peletizar estas piezas en desuso, dándoles una nueva vida hasta en tres o cuatro ocasiones.
El material base es el polímero, una macromolécula que puede ser natural o sintética. Aunque no todos los polímeros se reciclan igual, Ziknes trabaja con mezclas que permiten ser procesadas sin dificultad, incluso cuando los materiales tienen distintos orígenes.
Además, un 70 % del material proviene de redes de pesca recuperadas de las costas españolas, lo que aporta un valor añadido en términos de sostenibilidad y reducción de residuos marinos. Este enfoque convierte los procesos de fabricación en alternativas mucho más eficientes que los métodos tradicionales, tanto en tiempo como en impacto ambiental.
La empresa no solo se preocupa por los materiales, sino también por el consumo energético de cada pieza. Los robots están diseñados para medir parámetros clave como energía utilizada, cantidad de material empleado, tiempo de producción y emisiones de CO₂ asociadas.
León destaca que esta capacidad se está volviendo cada vez más relevante, especialmente con las nuevas regulaciones europeas que exigen a las empresas conocer y controlar el impacto de todo lo que producen y utilizan. “En Ziknes ya estamos preparados para ello”, asegura.
Innovación con propósito
El modelo de Ziknes representa un equilibrio entre tecnología avanzada, responsabilidad ambiental y eficiencia productiva. Desde la arquitectura hasta la industria pesada, la empresa demuestra que es posible producir piezas complejas a gran escala sin renunciar a la sostenibilidad ni al control sobre cada recurso.
Con su enfoque innovador, Nacho León y su equipo colocan a Ziknes como un referente en el camino hacia una industria más limpia, conectada y circular.