En ocasiones, ir con el tiempo justo puede impedirnos prepararnos y tomar un buen desayuno. E, incluso hay veces en las que ni siquiera nos paramos a tomar algo rápido, y preferimos empezar el día en ayunas.

Aunque en determinados momentos no podamos evitar seguir este comportamiento, convertirlo en algo diario o constante, conllevará todo tipo de perjuicios y desventajas para nuestra salud. Una situación que puede evitarse de la manera más fácil, que no es otra que hacer un pequeño esfuerzo y levantarnos antes para empezar el día de la mejor manera posible.

Entre los resultados positivos que conlleva desayunar por las mañanas encontramos una mejora de nuestro rendimiento intelectual, de forma que mejoraremos nuestra memoria, estaremos más concentrados y además, mejoraremos nuestra motivación y trabajaremos más con más ganas y de mejor humor.

En cuanto a las mejoras de nuestro organismo, empezar el día después de haber desayunado contribuye a perder peso, como reconocen multitud de estudios, y a controlar nuestro Índice de Masa Corporal; además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por otra parte, tomar algo de alimento por las mañanas es esencial, sobre todo porque al dormir nuestro cuerpo reduce al mínimo sus funciones, para estar activos sin necesidad de tomar ningún nutriente. Por ello, por las mañanas desayunar ayudará a activar nuestro metabolismo.