Sin embargo, recientes estudios sugieren que su eficacia puede variar dependiendo del estado de salud cardiovascular previo del individuo.

Eficacia en personas sanas

Para aquellos con buena salud cardiovascular, el uso de suplementos de aceite de pescado puede ser contraproducente. Estudios han encontrado que estos suplementos pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibrilación auricular en un 13% y el riesgo de sufrir un derrame cerebral en un 5%. Esto sugiere que, en individuos sanos, los suplementos no solo fallan en prevenir enfermedades cardíacas, sino que pueden elevar ciertos riesgos.

Los suplementos alimenticios no deben ser sustitutivos de una dieta sana y equilibrada
Los suplementos alimenticios no deben ser sustitutivos de una dieta sana y equilibrada | Pexels

Beneficios en personas con enfermedades cardiovasculares

Contrariamente, los beneficios de los suplementos de omega 3 parecen más prometedores en personas que ya padecen enfermedades cardiovasculares. En estos casos, el uso regular de suplementos se ha asociado con una reducción del 15% en el riesgo de progresar a fibrilación auricular y un 9% menos de riesgo de que la insuficiencia cardíaca progrese a fallecimiento. Esto indica que, aunque no previenen la aparición de enfermedades cardíacas en personas sanas, pueden retardar la progresión de condiciones existentes y mejorar las tasas de supervivencia.

Nuevos modelos de organoides cardíacos para explicar el desarrollo de enfermedades del corazón
Nuevos modelos de organoides cardíacos para explicar el desarrollo de enfermedades del corazón | Pexels

El aceite de pescado como suplemento dietético tiene un papel complejo en la salud cardiovascular. Mientras que los beneficios preventivos en personas sanas no están respaldados concluyentemente y pueden incluso ser perjudiciales, aquellos con enfermedades cardiovasculares podrían experimentar mejoras significativas en su progresión y mortalidad. Por lo tanto, es crucial que los individuos consulten con sus profesionales de salud antes de iniciar el uso de suplementos de omega 3, para evaluar los riesgos y beneficios en función de su estado de salud personal.