Aunque todos sepamos lo sanas que son las verduras, en muchas ocasiones optamos antes por un plato de carne, o por productos menos saludables, que por un plato de hortalizas. Esta opción, si se convierte en algo habitual, puede derivar en distintas enfermedades o trastornos alimenticios, como la obesidad, problemas de corazón o un aumento de los niveles de colesterol. Y, sin embargo, tiene muy fácil solución.

Comer verduras no tiene por qué convertirse en algo desagradable, o en una obligación. Podemos consumir toda clase de alimentos saludables a través de distintos platos y mediante recetas de toda clase. Aunque lo más recomendable pasa por tomar las verduras lo más frescas posibles, cocinar y preparar todo tipo de platos con verduras, como pizzas, canelones, o incluso tartas y bizcochos es mucho más divertido y saludable.

Por otra parte, si bien todas las frutas y verduras son saludables, puede saberse qué clase de beneficios aportarán con tan solo observar su color. Las hortalizas naranjas, como por ejemplo las zanahorias, protegen el corazón y mantienen el sistema inmune. Además mejoran la vista y suelen contener vitamina C. Por su parte, las verduras de color verde no solo mejorar la vista, sino que también fortalecen los huesos. El color rojo, por su parte, potencia la memoria, al igual que las hortalizas moradas que, a su vez, previenen los efectos del envejecimiento. Por último, las frutas y verduras blancas o de colores claros ayudan a mantener los niveles sanos de colesterol.