En un estudio, elaborado por Ecologistas en acción con datos del Ministerio para la Transición Ecológica, se denuncia que, en 2022, 11 % de las aguas superficiales de España y el 37 % de las subterráneas presentaban concentraciones por nitratos superiores a la norma de calidad ambiental.

En el caso de las aguas superficiales, las cuencas más afectadas son las del Segura (22 % del agua contaminada por nitratos), Júcar (24 %) y Cuencas Internas de Cataluña (27 %).

Las zonas más contaminadas

Esta contaminación supone que 171 municipios españoles responsables del suministro de agua potable -en su mayoría de la denominada ‘España despoblada’- detectaran, en alguna de sus redes de distribución, valores de nitratos por encima de los 50 mg/l permitidos por la normativa, lo que afectó a 214.851 habitantes, sin contar la población vacacional.

Los efectos nocivos de los nitratos para la salud y el medioambiente

El exceso de nutrientes, como el nitrógeno amoniacal o el fósforo (en su mayoría procedentes de la agricultura), provoca la proliferación de algas en aguas (eutrofización) que se "comen" todo el oxígeno presente y hacen prácticamente imposible la subsistencia de otras formas de vida.

También pueden originar un aumento de determinadas especies como las cianobacterias capaces de segregar toxinas (microcistinas).

El deterioro ambiental conlleva el aumento del riesgo de contaminación por nitratos de los puntos de captación del agua de consumo humano, lo que dificulta y encarece la potabilización y pone en riesgo a la población.

Beber agua
Beber agua | iStock

La presencia de nitratos en el agua de consumo humano es causa de preocupación dada su toxicidad relacionada con la formación de dos tipos de sustancias: nitritos y compuestos N-nitrosos.

La reducción del nitrato a nitritos puede ocasionar metahemoglobinemia (elevada metahemoglobina en sangre que hace que no llegue suficiente oxígeno a los tejidos), cuyos síntomas incluyen dolor de cabeza, mareo, cansancio, falta de aliento, náuseas, vómitos, latidos cardíacos rápidos, pérdida de coordinación muscular y piel azulada.

Además, los nitritos reaccionan con aminas formando nitrosaminas, de las cuales se sabe que tienen una actividad carcinógena, y la formación de compuestos N-nitrosos se asocia con malformaciones congénitas.