El informe, publicado por el Día Internacional del Mar Mediterráneo, destaca las olas de calor que azotan a los 22 países que rodean sus costas. Los científicos alertan de que las olas de calor marinas ya no son fenómenos aislados: son más frecuentes, intensas y prolongadas.

Estas condiciones extremas afectan no solo al ecosistema marino, sino también a la agricultura, el turismo y aumentan el riesgo de incendios forestales de gran escala en países del sur de Europa, como España.

Junio, un mes récord

Durante el pasado junio, la temperatura superficial del mar alcanzó picos de más de 4 °C por encima de lo habitual en zonas del litoral francés y español. En gran parte de la cuenca mediterránea, se registraron anomalías de hasta +5 °C respecto al promedio histórico.

Para el CMCC, este calentamiento acelerado está directamente vinculado a un aumento en la gravedad y frecuencia de megaincendios. Las condiciones de calor extremo y sequedad se combinan, dando lugar a fuegos más destructivos y difíciles de controlar.

Inteligencia climática para anticiparse

Ante este escenario, los investigadores del CMCC proponen avanzar hacia modelos climáticos más precisos, reforzar los sistemas de alerta temprana y aplicar la inteligencia artificial para anticipar mejor los fenómenos extremos. El objetivo es dar tiempo a las comunidades a prepararse y reducir los daños en sectores clave.

“La tendencia es preocupante y está aquí para quedarse”, apuntó la investigadora Emanuela Clementi. Para Giulia Bonino, también del CMCC, los últimos 20 años confirman que el calentamiento del mar es la causa directa del aumento de estas olas de calor marinas. Adaptarse al nuevo clima será clave para mitigar sus impactos.