En 2015, los países firmantes del Acuerdo de París se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura muy por debajo de los 2°C y a hacer todo lo posible para limitarlo a 1,5°C respecto a niveles preindustriales.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió después de que ese umbral de 1,5 ºC debía ser la referencia para evitar impactos irreparables, como la desaparición de islas o la inundación de zonas costeras.
Lograrlo pasa por abandonar progresivamente los combustibles fósiles; petróleo, carbón y gas, principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una producción incompatible con el clima
El último Production Gap Report señala que los planes actuales de los gobiernos para 2030 superan en un 120 % el nivel de producción compatible con el objetivo de 1,5 ºC. Incluso respecto al límite de 2 ºC, la previsión es un 77 % superior.
El informe alerta de que, lejos de cerrarse, la brecha ha aumentado desde 2023, a pesar de los compromisos asumidos en la Cumbre del Clima de Dubái para impulsar las renovables y la eficiencia energética y avanzar en el fin de la era de los combustibles fósiles.
Los datos de 2025 muestran que se proyectan mayores niveles de producción de carbón hasta 2035, de gas hasta 2050 y de petróleo durante todo el periodo.
Para Simon Stiell, responsable de Cambio Climático de la ONU, los hechos muestran que el mundo “se está alineando con el Acuerdo de París”. Recuerda que la inversión en renovables se ha multiplicado por diez en una década y que solo en el último año movilizó dos billones de dólares. Sin embargo, reconoce que los avances no son homogéneos entre países y que los desastres climáticos golpean con creciente intensidad.
Los autores del Production Gap Report, en cambio, advierten de que mantener los planes de producción actuales nos alejará aún más de los compromisos de París.
Tecnología, cooperación y multilateralismo
Stiell ha destacado que la inteligencia artificial podría acelerar la transición ecológica si se aplica con seguridad y se alimenta con energías limpias. Además, defendió el valor del multilateralismo: sin la cooperación climática liderada por la ONU, el mundo se encaminaría a un calentamiento de 5 ºC.
Hoy, según sus estimaciones, estamos más cerca de los 3 ºC. Aunque sigue siendo un nivel peligroso, considera que se está frenando la curva de emisiones. El próximo Balance Global y la Cumbre del Clima de Belém (COP30) marcarán un nuevo punto de referencia para medir los avances.
El futuro dependerá de la capacidad de los países para traducir sus compromisos en acciones inmediatas y efectivas. Mantener vivo el objetivo de 1,5 ºC requiere acelerar el abandono de los combustibles fósiles y ampliar el despliegue de energías limpias.