Las organizaciones Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF-España han lanzado un enérgico llamamiento a las administraciones públicas para salvar al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, cuyo estado de conservación califican como “crítico y estructuralmente insostenible”. Aunque las recientes lluvias han ofrecido una imagen aparentemente optimista del humedal, los expertos advierten que la superficie inundada en diciembre de 2024 apenas alcanzaba 25 hectáreas de las más de 1.700 que deberían mantenerse encharcadas, lo que evidencia el colapso ecológico de este espacio protegido.
Un parque que no cumple la ley
Según denuncian las organizaciones ecologistas, el parque no cumple con los criterios exigidos por la Ley 30/2014 de Parques Nacionales, que exige a estos espacios un alto valor ecológico, bajo grado de transformación humana y funcionalidad ambiental. En el caso de Las Tablas, los aportes naturales han desaparecido, las turberas están colapsadas, los hábitats acuáticos clave como la masiega y las ovas se han extinguido y la comunidad de aves acuáticas está gravemente alterada.
Medidas urgentes: más allá de soluciones cosméticas
Las organizaciones consideran que las medidas coyunturales propuestas hasta ahora no solo son insuficientes, sino que pueden resultar contraproducentes. Por ello, plantean tres actuaciones urgentes y estructurales:
1.Reducción drástica del regadío en el entorno del parque, tanto en superficie como en volumen de agua, mediante un plan de reconversión agrícola por parte de la Junta de Castilla-La Mancha.
2.Clausura inmediata de pozos ilegales y extracciones no autorizadas, a través de una actuación conjunta de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la Fiscalía General del Estado.
3.Rechazo total a soluciones artificiales e insostenibles, como trasvases, dragados o la profundización de la cubeta del humedal, que perpetúan la artificialización del ecosistema.
Estas propuestas buscan recuperar el régimen hídrico natural del Alto Guadiana, esencial para restaurar el equilibrio ecológico del humedal. Según las organizaciones, sin una reforma profunda de la política agrícola y del agua, cualquier inversión pública futura en el parque será ineficaz.
Última oportunidad para salvar un símbolo nacional
El deterioro de Las Tablas de Daimiel no es nuevo: el parque figura en la Lista Montreux de Ramsar desde 1990 por su mal estado, y más de tres décadas después, los problemas persisten e incluso se han agravado. Las entidades ecologistas advierten que esta puede ser la última oportunidad real para evitar que el parque pierda su funcionalidad ecológica y su estatus jurídico de parque nacional.
Si no se actúa con decisión, podrían convertirlo (según denuncian) en un “parque temático de la naturaleza sin función ecológica real”.
Corresponsabilidad institucional
La gestión del parque implica a dos administraciones clave:
•El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, como garante de la red de parques nacionales y responsable de la política del agua.
•La Junta de Castilla-La Mancha, a la que acusan de haber fomentado una política agraria insostenible basada en el regadío intensivo.
Las organizaciones ecologistas presentarán estas demandas durante la reunión del Consejo de la Red de Parques Nacionales, y solicitan que el futuro Marco de Actuaciones Prioritarias se fundamente en criterios técnicos, legales y de conservación real, no en medidas cosméticas.
Un compromiso por la restauración
Finalmente, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF se comprometen a seguir trabajando ante las administraciones para que Las Tablas de Daimiel recuperen su valor como referente de conservación en Europa, y no se conviertan en símbolo del abandono institucional ante una emergencia ecológica anunciada.