El anteproyecto ha sido aprobado por el Consejo de Ministros y ahora se encuentra en fase de tramitación parlamentaria. Al entrar en vigor, modificará las leyes de Competencia Desleal, de Defensa de los Consumidores y Usuarios y de Publicidad. Esta nueva medida pretende enmarcar a los consumidores en la transición ecológica, garantizando que obtengan la información correcta y objetiva sobre los bienes y servicios que vayan a consumir y permitir así que puedan tomar las mejores decisiones.
Esta ley supone un gran avance, debido a que por primera vez se tendrán en cuenta las prácticas desleales que puedan realizar las empresas en relación al ecopostureo y se perseguirá a las empresas que exhiben distintivos de sustentabilidad que no estén basados en un sistema de calificación o no estén establecidos por las administraciones públicas. Además, como medidas principales para frenar este movimiento, se va a prohibir que las empresas realicen afirmaciones universales que no se puedan comprobar como “verde” o “biodegradable”. Tampoco se podrá dar información engañosa al cliente sobre la utilidad medioambiental del producto.