En un paso hacia una mayor protección del medio ambiente y la salud pública, el Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional para actualizar las normas que regulan la composición y etiquetado de los detergentes en la Unión Europea. El objetivo es claro: hacer estos productos de uso cotidiano más seguros, sostenibles y transparentes para los consumidores.

El pacto, que aún debe ser refrendado formalmente por ambas instituciones, recoge la propuesta inicial de la Comisión Europea y otorga al Ejecutivo comunitario nuevas facultades para limitar sustancias nocivas y mejorar la biodegradabilidad de los tensioactivos, los ingredientes activos responsables de eliminar la suciedad y la grasa.

“Con esta nueva regulación conseguimos que nuestros productos de uso diario sean más seguros y ecológicos, sin añadir burocracia. Es una regulación inteligente, con resultados limpios”, afirmó Izabela Leszczyna, ministra de Salud de Polonia y portavoz de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

Más biodegradabilidad y menos tóxicos

Uno de los puntos clave del acuerdo es el establecimiento de requisitos más estrictos de biodegradabilidad para las películas poliméricas solubles en agua que se utilizan para encapsular detergentes en cápsulas, un formato muy popular entre los consumidores. Estas películas, que se disuelven durante el lavado, suelen estar compuestas por plásticos solubles que pueden acabar en el medio ambiente si no se degradan adecuadamente.

La Comisión también estará facultada para evaluar científicamente la necesidad de aplicar criterios de biodegradabilidad a otras sustancias orgánicas presentes en los detergentes cuando estas representen al menos un 10 % de la masa total del producto (excluyendo el agua). Esta medida permitirá una mayor vigilancia sobre ingredientes añadidos intencionadamente que puedan tener un impacto ambiental negativo.

Además, el acuerdo incluye una cláusula de revisión, lo que permitirá endurecer aún más los requisitos en el futuro si la evidencia científica así lo aconseja.

Mejor información para los consumidores

Otro aspecto destacado del pacto es la mejora en el etiquetado de los detergentes, con el fin de que los consumidores puedan tomar decisiones más informadas sobre los productos que utilizan en su vida diaria. Esta medida responde a la creciente preocupación ciudadana por el impacto ambiental de los productos de limpieza, así como por su posible efecto en la salud.

El nuevo etiquetado deberá reflejar información más clara y accesible sobre los ingredientes y su comportamiento en el medio ambiente, lo que reforzará el compromiso con la transparencia, la seguridad y el consumo responsable.

Posible reducción del fósforo

Finalmente, el acuerdo contempla la solicitud a la Comisión Europea de que analice la viabilidad y los efectos de reducir los niveles de fósforo en los detergentes, otro componente con importantes implicaciones ecológicas. El fósforo es conocido por provocar eutrofización en aguas dulces, un proceso que deteriora la calidad del agua y pone en peligro la biodiversidad acuática.

Un paso más hacia el Pacto Verde Europeo

Estas nuevas medidas se enmarcan dentro de los objetivos del Pacto Verde Europeo, la hoja de ruta que busca lograr una Europa climáticamente neutra, más saludable y sostenible. Al reforzar la regulación de los detergentes, la UE avanza hacia una economía más circular y verde, donde los productos se diseñen desde su origen pensando en el entorno y la salud colectiva.