España entrará en déficit ecológico el próximo 23 de mayo, fecha en la que habrá consumido todos los recursos naturales que puede regenerar en un año, según el cálculo de la red internacional Global Footprint Network. Este adelanto progresivo de la fecha refleja un modelo de consumo que supera la capacidad regenerativa del país.

La sobrecapacidad ecológica se refiere al desequilibrio anual entre la demanda humana de recursos y servicios ecológicos (como agua, madera, gestión de residuos y absorción de CO₂) y la capacidad del planeta para satisfacerla y regenerarse de acuerdo con sus ecosistemas naturales. Esta sobreexplotación no solo agota los recursos naturales, sino que también degrada los hábitats, reduce la biodiversidad y, a largo plazo, afecta a la población humana.

El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra busca crear conciencia sobre este problema y promover actividades destinadas a reducir la huella ecológica. En la Unión Europea, Luxemburgo es el país que antes agota su "saldo natural", alcanzándolo el 17 de febrero, siendo el segundo más despilfarrador a nivel mundial, solo por detrás de Catar. En contraste, solo tres países europeos alcanzan esta fecha de déficit ecológico después de España: Grecia (25 de mayo), Rumanía (31 de mayo) y Hungría (2 de junio).

La huella ecológica de España ha ido en aumento en los últimos años y actualmente es "considerablemente alta". Es alarmante que este día llegue cada vez más temprano, lo que indica un modelo de consumo insostenible. Según las estimaciones actuales, si todos los países del mundo consumieran como España, sería necesario el equivalente a 2,6 planetas para mantener el ritmo.

Es relevante que el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra de España coincida en 2025 con el de China, un país con más de 1.300 millones de consumidores. Sin embargo, China ha logrado alargar su día gracias a las ambiciones políticas y estrategias de economía circular implementadas por su gobierno.

Ante esta situación, se hace urgente una transición hacia modelos de economía circular, energías renovables y consumo responsable. Un aumento del déficit ecológico incrementará los riesgos tanto para el medioambiente como para la economía. Todos podemos contribuir reduciendo el consumo innecesario, utilizando productos más sostenibles y apostando por la energía renovable.