El avance, publicado en la revista Theriogenology Wild, se ha conseguido mediante la fecundación in vitro de ovocitos extraídos de hembras fallecidas en accidentes, combinados con espermatozoides criopreservados en el biobanco del lince ibérico. Una técnica que permite aprovechar material genético que hasta ahora se perdía irremediablemente.

De estar al borde de la extinción a mirar al futuro

El lince ibérico llegó a ser considerado en 2002 el felino más amenazado del planeta, con menos de 100 ejemplares en libertad. Dos décadas después, gracias a intensos programas de conservación, cría y reintroducción, la población supera ya los 2.000 animales, lo que ha permitido que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) rebaje su categoría de "en peligro crítico" a "vulnerable". Sin embargo, los expertos advierten de que el éxito numérico no garantiza la supervivencia a largo plazo. El principal reto actual es la pérdida de diversidad genética, que aumenta el riesgo de enfermedades, reduce la capacidad reproductiva y compromete la adaptación de la especie a futuros cambios ambientales.

El estudio, liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Facultad de Veterinaria de la UCM, demuestra que la reproducción asistida puede ser una herramienta clave para reforzar la variabilidad genética del lince ibérico. "Nuestra investigación ofrece nuevas opciones al programa de conservación, ya que permite la reproducción de animales que no tuvieron oportunidad de hacerlo, por ejemplo porque murieron prematuramente o porque no llegaron a aparearse", explica Eduardo Roldán, investigador del CSIC y codirector del trabajo.

El material reproductivo masculino procede de los centros de cría en cautividad de España y Portugal, que colaboran en la recolección y criopreservación de semen, almacenado en el Banco de Germoplasma y Tejidos de Especies Silvestres del MNCN. Los ovocitos femeninos, en cambio, se obtienen gracias a los centros de recuperación de fauna, que rescatan animales fallecidos por atropellos u otros accidentes.

Embriones conservados para el futuro

Los ovarios recuperados fueron trasladados al laboratorio en condiciones controladas, donde se logró la maduración de los ovocitos y su posterior fecundación. Los embriones obtenidos fueron criopreservados mediante vitrificación y ya se encuentran almacenados en el biobanco del lince ibérico. "El siguiente paso será desarrollar métodos seguros para transferir estos embriones a hembras receptoras", explica Ana Muñoz Maceda, investigadora predoctoral de la UCM y autora principal del estudio. "Esto permitirá potenciar la diversidad genética de la especie".

El equipo también ha detectado que la época del año influye en el éxito del proceso, con mejores resultados en otoño e invierno, coincidiendo con el periodo reproductivo natural del lince. Aun así, los investigadores reconocen que los porcentajes de éxito todavía están por debajo de los obtenidos en especies modelo como el gato doméstico. Uno de los aspectos más relevantes del estudio es que permite rescatar genotipos valiosos de animales que mueren sin dejar descendencia, algo especialmente importante en una especie que ha pasado por cuellos de botella poblacionales extremos. "Gracias al semen almacenado en el biobanco contamos con un auténtico seguro genético", señala Roldán. Estas técnicas permitirán además planificar cruces entre individuos de distintas poblaciones o incluso de diferentes generaciones, fortaleciendo la salud genética del conjunto de la especie.

Ciencia, conservación y esperanza

Aunque los resultados son todavía iniciales, los investigadores coinciden en que este avance supone un cambio de paradigma en la conservación del lince ibérico. La biotecnología reproductiva se perfila como una herramienta complementaria a la protección del hábitat y la gestión de poblaciones en libertad. "Nuestros resultados confirman que la reproducción asistida puede desempeñar un papel clave para asegurar la sostenibilidad genética del lince ibérico a largo plazo", concluye María Jesús Sánchez Calabuig, profesora de la UCM y codirectora del estudio.

En un contexto de crisis global de biodiversidad, este logro científico demuestra que invertir en investigación y conservación da frutos y ofrece una nueva oportunidad para que uno de los grandes símbolos de la fauna ibérica siga formando parte de nuestros ecosistemas.