El progresivo descenso de los niveles de oxígeno en el mar amenaza a ecosistemas enteros, especialmente en la zona mesopelágica, entre 200 y 1.000 metros de profundidad, donde habitan millones de peces de aguas profundas, según concluye un estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB).
Peces linterna, más de 10.000 años de antigüedad
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores estudiaron fósiles de peces linterna, una de las especies más abundantes e importantes del océano profundo. Los peces linterna son pequeños peces de aguas profundas de la familia Myctophidae, llamados así por su capacidad de producir luz mediante órganos bioluminiscentes. Durante el día viven en la oscura zona mesopelágica y por la noche nadan hacia la superficie del océano para alimentarse de zooplancton. Debido tanto a su gran biomasa como a su migración vertical diaria, estos peces los convierten en piezas fundamentales en la regulación del clima y en las redes alimentarias oceánicas, porque conectan la superficie con el océano profundo.Los fósiles analizados muestran que estas especies desaparecieron casi por completo durante los periodos en los que el oxígeno del océano cayó a niveles muy bajos. Solo reaparecieron cuando la oxigenación del mar se restableció, hace unos 6.000 años.
Otolitos: la clave para estudiar el pasado del océano
El equipo de investigación, formado por expertos de instituciones como Scripps Institution of Oceanography y Woods Hole Oceanographic Institution de EEUU, Academia Sinica de Taiwán, la Universidad McGill University de Canadá, la Universidad Libre de Berlín y la Universidad de Heidelberg de Alemania, utilizó los otolitos, estructuras del oído interno de los peces, para rastrear cómo cambiaron las poblaciones marinas en el tiempo. Los sedimentos del Mediterráneo oriental, una región que alterna fases de alta y baja oxigenación, permitieron observar con claridad el impacto de estos eventos sobre la biodiversidad marina.Una advertencia sobre el futuro de los océanos
Sven Pallacks, investigador principal del estudio, advierte que lo ocurrido con los peces linterna es un “ejemplo claro de lo que puede ocurrir a gran escala si la desoxigenación marina continúa”. Si estas especies pueden desaparecer, “muchas otras también están en riesgo”. Asimismo, la zona crepuscular, situada entre 200 y 1.000 metros de profundidad desempeña un papel fundamental en el sistema climático de la Tierra, principalmente por su influencia en el ciclo global del carbono. Así pues, los resultados también apuntan a que los ecosistemas mesopelágicos son especialmente vulnerables a la pérdida de oxígeno.Su colapso podría alterar profundamente la estabilidad ecológica del océano, disminuyendo la capacidad del mar de absorber CO2 y poniendo en peligro la seguridad alimentaria que aportan las pesquerías oceánicas.