Antonio Turiel Martínez, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y autor del libro ‘El Futuro de Europa’, alerta sobre el peligro de seguir ignorando las advertencias científicas frente al cambio climático y la crisis energética. Las altas temperaturas podrían alcanzar niveles incompatibles con la vida humana antes del año 2040 en zonas como Madrid, la Comunidad Valenciana o Andalucía, donde podrían superarse los 50 °C a la sombra en verano, según Turiel,

El científico se apoya en informes recientes de la NASA y otros organismos internacionales para advertir de que ya un tercio de la población mundial sufre al menos 20 días al año de calor extremo, y que el proceso de calentamiento global se está acelerando. Frente a la posibilidad de apagones eléctricos durante olas de calor, considera que la situación sería “muy peligrosa”, como se ha visto en lugares como Arabia Saudita, donde la supervivencia depende casi exclusivamente del uso de aire acondicionado.

El crecimiento económico, en entredicho

Turiel lanza una crítica directa al modelo económico actual. “No se puede respetar el medio ambiente y crecer económicamente al mismo tiempo”, afirma, citando un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente. A esta limitación medioambiental se suma una segunda, quizás menos evidente pero igual de preocupante: la escasez creciente de recursos naturales clave, como el petróleo y el cobre.

Advierte de que muchos de estos materiales, esenciales para la construcción, la movilidad eléctrica y los sistemas digitales, han alcanzado o están cerca de su máximo de producción mundial, lo que hace inviable el crecimiento tal y como lo conocemos. “Aunque quisiéramos, no vamos a poder crecer”, sentencia Turiel.

Energías renovables: no una solución total

Sobre las soluciones más populares, como la electrificación total o el impulso a las energías renovables, Turiel se muestra prudente. Explica que la electricidad representa solo el 20 % del consumo energético final y que electrificar el 100 % de la sociedad es técnica y materialmente inviable. Las renovables, además, dependen de materiales escasos y no permiten cubrir todos los usos energéticos actuales.

En cuanto al uso del cobre, advierte que la producción global ha llegado a su máximo, y que el reciclaje será la única vía viable para sostener parte de la demanda futura.

Críticas al hidrógeno y otras apuestas energéticas

Turiel también cuestiona otras propuestas como el hidrógeno verde o el uso intensivo de biomasa. Considera que esta última, aunque puede tener aplicaciones locales y sostenibles, no puede escalar al nivel del consumo energético actual sin devastar los bosques españoles en pocos años.

A pesar del auge del vehículo eléctrico, los problemas de infraestructura, estabilidad de red y materiales limitan su expansión sin consecuencias colaterales.

¿Qué defiende Antonio Turiel?

Turiel evita dogmas energéticos. Su apuesta es por un mix energético renovable, basado en la eficiencia y adaptado a los recursos disponibles, pero dentro de un modelo económico decreciente y resiliente. Nos dice que no se trata de retroceder en calidad de vida, sino de redefinir prioridades y actuar con base en los datos reales, no en promesas tecnológicas que chocan con los límites físicos del planeta.