Hemos hablado sobre este tema con Carlos de Prada, autor de “Comer sano en un mundo Tóxico”, nos explica que la comunidad científica nos indica que las diferencias entre productos ecológicos y no ecológicos son notables en cuanto al contenido de sustancias perjudiciales.
Los productos ecológicos no contienen sustancias tóxicas contra los no ecológicos que contienen residuos y pesticidas que tienen efectos negativos y directos sobre la salud. Además, los productos ecológicos tienen un valor aporte nutricional, nutrientes y antioxidantes.
La alimentación es la vía por la que llegan a nuestro cuerpo muchos pesticidas o compuestos orgánicos persistentes que nos pueden llegar por ciertas grasas animales. También, podemos encontrar materiales en contacto con los alimentos que pueden contaminarlos como algunos plásticos... La población tiene que ser conocedora de esta realidad que puede causar más riesgo para nuestra salud.
En ocasiones el consumidor no opta por lo ecológico por el desconocimiento de los beneficios tanto a nivel salud como medioambiental.
El impacto sobre el medioambiente
El uso de la química sintética en la producción agraria está teniendo unos impactos negativos tremendos para la biodiversidad. Un ejemplo de ello es el de los polinizadores, como las abejas. Sin olvidar, el impacto negativo sobre los suelos que se degradan, se contaminan las aguas superficiales y subterráneas.
Tras la pandemia se generaron varias iniciativas de la UE que se incluyen dentro del Pacto Verde, pero han sufrido retrocesos o han tenido problemas para implantarse.
Una de ellas tiene que ver con el fomento de un sistema alimentario sostenible reduciendo el uso de pesticidas y dedicando más superficie al cultivo ecológico.