Francisco Tinahones, catedrático de Medicina en la Universidad de Málaga y jefe del grupo del CIBEROBN en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, ha explicado que la dieta es uno de los principales factores que afectan al perfil de la microbiota intestinal y mantener la microbiota intestinal en buen estado es importante porque tiene un papel fundamental en nuestra salud: varios estudios la relacionan con el desarrollo de las enfermedades metabólicas, diabetes y obesidad.

La microbiota intestinal puede ser modificada mediante los hábitos de consumo, y para mantener un correcto estado de bienestar se recomienda mantener una rutina saludable, lo cual implica una buena dieta, como la mediterránea, pero también es importante el ejercicio físico y el consumo de líquidos.

Dieta

Los ponifenoles, sustancias con poder antioxidante de origen vegetal, pueden paliar los efectos de un estilo de vida estresante, sedentario y sobrealimentado. Por ello integrar ponifenoles naturales a la dieta puede ser muy beneficioso y se encuentra en alimentos como los cereales, la fruta, la verdura o en bebidas fermentadas, como la cerveza, que con un consumo moderado puede incrementar la diversidad de la microbiota.

Cerveza
Cerveza | Pexels

Según explica Tinahones, la dieta mediterránea contempla el consumo de bebidas fermentadas como la cerveza, aunque con moderación y acompañada de comida, lo cual puede ser bueno para la microbiota porque contiene ponifenoles. Además, la cerveza contiene otros componentes como minerales y vitaminas, y contiene fibra dietética (también relacionada con la microbiota intestinal sirviendo como sustrato nutritivo). Pero su consumo debe ser siempre moderado y con responsabilidad.