El lince ibérico, una de las especies más emblemáticas y amenazadas de Europa, continúa protagonizando una recuperación sin precedentes. Según los últimos datos del censo anual elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la población alcanzó los 2.401 ejemplares en 2024, lo que supone un incremento del 18,8 % respecto al año anterior. Este éxito es el resultado de más de 25 años de esfuerzos coordinados en conservación, repoblación y protección legal de su hábitat.

Del total de ejemplares censados, 2.047 habitan en España (el 85,3 %) y 354 en Portugal (14,7 %), distribuidos en 22 poblaciones entre ambos países. El número de hembras reproductoras también aumentó un 15,76 %, con 470 ejemplares, una cifra clave en la sostenibilidad de la especie. La mayoría de estas hembras están asentadas en 17 de los 22 núcleos de presencia estable, de los cuales 16 están en España, concentrados en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura y uno en Portugal.

Uno de los logros más destacados ha sido la consolidación de la población en Castilla-La Mancha, que ha pasado de no tener linces en 2014 a albergar 842 ejemplares en 2024, cerca del 40 % del total ibérico. Esta comunidad autónoma se convierte así en el principal bastión del lince ibérico, con núcleos clave como Montes de Toledo, que ha superado incluso a Andújar en número de individuos y hembras reproductoras.

Este crecimiento ha sido posible gracias a proyectos como LIFE Iberlince y Life LynxConnect, este último liderado por la Junta de Andalucía y en el que participan 21 entidades. Desde 2020, se trabaja para crear una metapoblación genética y demográficamente funcional que conecte las distintas poblaciones, fortaleciendo la resiliencia de la especie.

En 2024, se avanzó también en la creación de nuevas poblaciones en territorios aptos, con suficiente alimento y hábitat. Ejemplos recientes son los núcleos establecidos en Tierras Altas de Lorca (Murcia), Sierra Arana (Granada), Campos de Hellín (Murcia y Albacete), La Veguilla y Sierra Jarameña (Cuenca) y el Cerrato Palentino (Palencia).